Con la llegada el nuevo año comenzamos a tener nuevos
propósitos como ir más al gimnasio, leer más, adelgazar, dejar de fumar, vivir
con menos estrés, dedicar más tiempo a tus hijos, ser feliz, colaborar en
causas justas, hacer algún curso, meditar, ser fiel a mis principios, un sinfín
de propósitos-castigos esperanzadores. Siempre con deseos de que el nuevo año
que comienza será mejor, al menos no tan malo como fue el anterior. Esperando ese
cambio tan deseado en nuestra vida, o esperando que nuestro presente se vaya
transformando y conseguir esa felicidad tan deseada, la abundancia que tanto
merecemos.
Como tanto se dice, el cambio está en nosotros. En nuestro
presente estamos recogiendo las semillas que plantamos en el pasado. Cada fruto
que estamos disfrutando en este presente es como nos encontrábamos en el
pasado… Ley Causa y Efecto. Continuamente estamos co-creando, a cada minuto, a
cada segundo, a cada milésima de segundo. Algo que hacemos consciente o
inconscientemente, depende la apertura de consciencia de cada cual. Nada escapa
a esta ley. En el futuro recogeremos lo que sembremos ahora. El 2016 será lo
que sembremos ahora, de una manera consciente o inconsciente. No esperemos que
surja de la nada las cosas, como si no dependiera de nosotros. No olvidéis que
tenemos libre albedrío, así pues, nadie interviene en nuestro proceso de
co-creación, nada interviene en nuestro futuro que no seamos nosotros mismos.
No esperemos que la suerte cambie nuestra vida una y otra vez. Dentro de una ley
causa y efecto, la suerte no tiene cabida. Dejemos atrás el pensamiento de que
nuestra vida la dirige la suerte… si somos seres que creamos nuestra vida
dentro de un planeta de libre albedrío, la suerte es algo que han creado para
que pensemos que no tenemos el control de nuestras vidas. Es el momento de
despertar de este ensoñamiento, de dejar el rebaño y comenzar a tomar
conciencia de que eres solo tú el que rige tu vida. Vive tu vida con fuerza y
voluntad, con amor y humildad, con espiritualidad cuántica.
Dejemos atrás los propósitos mentales y vivamos el día a
día, el presente siendo consciente de que sembramos a cada momento. El pasado,
pasado está, saquemos de él la esencial de la experiencia que vivimos y el
futuro que aún no ha llegado… intenta deja atrás las proyecciones de una mente
distorsionada por las carencias.
Si queremos vivir algo en el futuro, sé conscientes de lo
que sientes ahora, de lo que piensas ahora, de lo que haces y atráelo a tu vida
viviendo sabiendo que todo lo que haces tendrá una repercusión en el futuro.
Siembra tu presente conscientemente y recogerás los frutos
deseados que tanto deseas.