Makeba, la Reina de Saba, llegó a Sión con un
séquito, una caravana de camellos de longitud jamás vista, que cargaban
especias y mucho oro y piedras preciosas, todo ello, regalos para el gran Rey
Salomón. Acudió a Él sin astucia, pues era una mujer pura y sincera incapaz de
fingimiento ni engaño. Cosas como mentiras y falsedades eras desconocida para
ella. Y así Makeba confió a Salomón todo cuanto
anidaba en su mente y en su corazón y preguntó si contestaría a las preguntas
que tenía para él. No eran, como algunos han dicho, acertijos para poner a
prueba su sabiduría, sino preguntas del corazón y del Alma. Sus respuestas les
permitirían decidir si habían nacido del mismo espíritu y estaban destinados a
celebrar juntos el HIEROS-GAMOS.
Y no obstante, al final, no necesitó formularle aquellas preguntas. Supo nada más llegar a su presencia y mirarle a los ojos, que era parte de ella, desde el principio hasta el fin de la eternidad.
Salomón se quedó impresionado por la belleza y presencia de Makeba y desarmado por su absoluta sinceridad. La sabiduría que vio en sus ojos era un reflejo de la de él y supo al punto que los profetas estaban en lo cierto. Aquí estaba la mujer que era igual a él. Como no podía ser de otra manera, si ella era la otra mitad de su alma? Y así fue cuando Makeba, la Reina de Saba, hubo visto toda la grandeza de Salomón. Todo cuanto había creado su reino y sobre todo la felicidad de sus súbditos, dijo al Rey, eran ciertos los informes que recibí en mi país de tus asuntos y sabiduría, pero no creí dichos informes hasta que vine y lo vi con mis propios ojos. y he aquí que tu sabiduría y prosperidad sobrepasan la información que me dieron. Dichosos son tus hombres. Dichosos tus súbditos que sin cesar se presentan ante ti y escuchan tu sabiduría. Bendito sea el seños tu Dios que se ha complacido en Ti y te ha sentado en el trono de Israel, te ha hecho un Rey para que puedas dispensar justicia y sabiduría.
Y bendito sea el señor tu Dios, que te ha hecho para mí y a mí para ti.
y fue entonces cuando la Reina de Saba y el Rey Salomón se unieron en HIEROS - GAMOS, el MATRIMONIO SAGRADO que une a los esposos en un matrimonio espiritual cuyo único fundamento es la ley Divina.
La Diosa Makeba se fundió con el Dios de Salomón en la unión más sagrada, la combinación de lo masculino y lo femenino en un solo ser. Por mediación de Salomón y la reina de Saba, ÉL y Asherah SE UNIERON EN CARNE.
Permanecieron en la cámara nupcial durante el ciclo completo de una luna, en un lugar de verdad y conciencia, y no permitieron que nada se interpusiera en su unión, y se dice que durante este tiempo les fueron desvelados los secretos del universo. Juntos descubrieron los misterios que Dios compartía con el mundo, PUES QUIEN TENGA OÍDOS, QUE OIGA.
Y ni Salomón ni la Reina de Saba se convirtieron en consortes el uno del otro, pues eran iguales, cada uno soberano de sus respectivos "DOMINIOS" Y "DESTINOS". Ambos sabían que llegaría el tiempo en que deberías separarse y regresar a los quehaceres de sus respectivos reinos, de nuevo a la soledad con sabiduría y poder nuevos. Su triunfo y celebración residían EN LO QUE SE HABÍAN APORTADO MUTUAMENTE, con el fin de utilizarlo bien y con sabiduría en sus destinos finales.
Salomón escribió más de mil canciones inspirado por Makeba, pero ninguna mejor que El cantar de los Cantares, el cual transmitió el secreto del HIEROS - GAMOS. de cómo se descubre a Dios mediante la unión.
Se dice que Salomón tuvo muchas mujeres, pero solo una era parte de su alma. Si bien Makeba no fue jamás su consorte, según las leyes del hombre, fue su única esposa a las leyes de Dios y la Naturaleza, es decir, la Ley del AMOR.
Cuando Makeba partió del Monte Sagrado de Sión, fue con el corazón desgarrado por abandonar a su amado. Tal ha sido el destino de muchas almas gemelas de la historia, reunirse a intervalos y descubrir los secretos más profundos del Amor, para al final quedar separados por el destino. Tal vez, esta es la mayor prueba y misterio del AMOR, la comprensión de que no existe separación entre quienes se aman de verdad. con independencia de las circunstancias físicas, el tiempo o la distancia, la vida o la muerte.
Una vez consumado el HEROS - GAMOS, entre almas predestinadas los amantes nunca se separan en espíritu...