No somos seres físicos. No solo existe lo que vemos a través de nuestros
ojos físicos. No es novedoso si decimos que “somos energía" o que “Somos
Luz” y cuando decimos que somos Energía, Luz, es porque durante toda nuestra
vida vivimos infinidad de experiencias, experiencias vitales para el universo,
pero realmente lo que lanzamos al universo no es la experiencia en sí, sino,
como nos tomamos esa experiencia, y eso depende del tono evolutivo de cada uno
de nosotros.
Todos somos parte del campo universal de energía amorosa. Además, cuando
empezamos a reconocer nuestro propio potencial espiritual, lo que somos todos y
cada uno de nosotros realmente, comenzaremos a vivir con una gran paz interior,
con la paz que da saber que, aunque se nos olvide, somos maestros encarnados.
Pero no sólo nosotros somos energía, todo lo que nos rodea es energía en
diferentes niveles y formas, lo son los
animales, vegetales, minerales, y claro, nuestra bien amada Madre Tierra,
Gaia. Sin olvidar nuestro sistema solar, nuestro universo, los diferentes
universos, cosmos y diferentes dimensiones conciénciales. En ese momento comprendemos
que todos somos uno y de todo el potencial que tenemos como Seres Espirituales.
Tomamos conciencia de que somos seres de luz, nuestro caminar comienza a
tener sentido y dirección. Despertamos, entendemos y comprendemos. Vivimos con
la claridad que nos hace salir de una realidad que ya no es válida.
Tenemos que comprender que aún en un no movimiento hay movimiento. Que
no hay retorno pues no nos hemos movido de donde estamos esencialmente. Que la
energía primordial es la energía de más alta vibración, es la energía hacia la
cual tenemos que volver a tomar conciencia de una manera consciente para volver
a vivir desde nuestra esencia.
Uno de los pasos básicos para el amanecer de la conciencia, es ser
conscientes del sentido irreal de la dualidad. Es un concepto de separación que
crea nuestra mente y que nuestra memoria genética, nuestro ADN ha ido
absorbiendo durante generaciones. Los conceptos sociales, familiares,
políticos, económicos, religiosos se han quedado obsoletos, ya que, esas
experiencias ya han sido ancladas a tierra durante muchos siglos. Necesitamos
experimentar conceptos de integración y comprensión. Conceptos de la nueva
tierra, donde los nuevos tomos que escribiremos en el universo deben ser
escritos en letra de amor incondicional, de evolución consciente, de mente
reflexiva.
Es el momento de que entendamos la labor que han hecho nuestros Guías,
maestros o seres que nos acompañan y entender su alto nivel de implicación.
Su amor incondicional les hace respetar el libre albedrio que tenemos en
la tierra, estando junto a nosotros poniéndonos señales en nuestro caminar
diario. Aun comprendiendo que aunque esa
decisión que tomamos no sea el mejor camino hacia nuestra evolución, entienden
que no se trata de llegar sino de Ser y Estar.
El único camino para El Amanecer de la Conciencia, para el despertar es
la felicidad que surge de dentro hacia fuera.
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